Como cada día, emprendí mi camino hacia el instituto, escuchando música relajadamente, sin embargo, algo captó mi atención: Tres furgones de policía, más de diez antidisturbios poniéndose su indumentaria de cohartar libertades y a lo lejos, una masa de personas (perfectamente 1000) armadas con sus mochilas del instituto. Me acerqué y comencé a grabar todo cuanto ocurría, sin quererlo, estaba rodeada de más de diez furgones de policía y gritos desesperados. Nunca en la vida había visto algo igual, un caos permanente y cientos de rostros enfurecidos, miedosos y confusos. Pese a no compartir la iniciativa original del instituto Lluís Vives (cortar la avenida principal de la ciudad) no he podido más que integrarme en esa masa enfurecida luchando contra una treintena de policías armados con porras y rifles de pelotas de goma. Nos han tratado como a terroristas, como meros perturbadores, como a basura. He sido testigo de las mofas de aquellos funcionarios y de la violencia gratuita que nos han brindado y he de decir, que he perdido totalmente la fe y la razón.
Mañana a las 15 de la tarde, va a volver la gente a ese instituto, van a volver a cortar las calles y a luchar contra esa represión policial, por una educación digna, por una dignidad perdida, y yo volveré, sin miedo.
Principio de la movilización, aún faltan como veinte furgones y como 50 antidisturbios más.
3 comentarios:
Madre mía, buena suerte con ello.
A por ellos.
Joder, qué puto asco de mundo...
Ánimo con todo lo que está pasando por ahí >.<
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