Primero se me enrojece la cara, soy un tomate mirándome en el espejo. Pronto aparecen lágrimas, dispuestas a mojar mis mejillas, cogen carrerilla y hacen una caida libre desde mi barbilla hasta mi cuello.Después, la boca comienza a temblarme, como un niño cuando coge un berrinche. Finalmente, rompo en un llanto, silencioso, ahogado, húmedo e intenso.
Ceso de llorar, vuelvo a mirarme, sonrío al pensar lo boba que soy. Me seco las lágrimas, me lavo la cara, respiro hondo, me pongo la máscara.
3 comentarios:
Y de nuevo a "ser" feliz.
Me preocupa que puedas ahogarte bajo tu máscara
Tengo un tubo, como los submarinistas.
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