lunes, 14 de febrero de 2011

Me gusta salir al balcón por las noches. La gente duerme mientras me hago preguntas existencialmente típicas del ser humano. Fumo, miro el cigarrillo con odio y me digo:
-¡Deja de fumar, estúpida!
Me miro las uñas y me obligo a quitarme el esmalte sobrante. Observo las estrellas y vuelvo a formularme preguntas sobre el espacio o cuestiones estúpidas en general:
-¿En qué pensará Stephen Hawkins?
-¿Por qué no cogí más ChupaChups de aquel restaurante italiano?
-¿Por qué Salvador Dalí diseñó el envoltorio de los ChupaChups?
-¿Cuánto dinero recibió?¿Acaso no estaría loco realmente?
-¿Qué marca de tintes de pelo utilizará Zapatero?
-¿Por qué no se lo sigue tintando? ¿No tendrá dinero? ¿Estará ahorrando para salir del país y cambiarse de sexo?

Me aburro, no hay nadie en Skype salvo el bot que hace pruebas de sonido. Bienaventurados sean los pavos.


Yo, con pose heroica en el New Yorker choni.

1 comentario:

Arald dijo...

Es la pose del ultraheroi!