jueves, 2 de febrero de 2012

Estoy en un apuro

Así es. Tengo un problema de los gordos. De esos que dices: ¡Esto sólo podría ocurrirme a mí! ¡Qué mala suerte tengo! ¿Por qué la vida es tan cruel? Eso junto a miles de improperios.
Creo no haber mencionado nunca una pequeña tontería que tengo desde hace mucho tiempo y de la cual ni recuerdo por qué surgió. El caso es que me da vergüenza hablar por teléfono. Ya sea para pedir cita para el médico o llamar a un amigo a su casa. Es realmente absurdo, pero lo paso realmente mal. Me pongo muy nerviosa, me tiemblan y sudan las manos... Siempre que por fuerza mayor he tenido que llamar a alguien, le he pedido a mi madre que llamase ella y entre risas y burlas, lo hacía.
Y aquí mi gran problema:

Mañana por la mañana he de llamar por teléfono a un restaurante para hacer una reserva (el próximo sábado, celebro mi cumpleaños), mis padres no estarán en casa, luego, me tocará llamar. Sólo de pensarlo me pongo frenética. ¿Qué hago? Muchas veces, para evitar llamar, he terminado acercándome al sitio en cuestión, pero esta vez no podré ya que está bastante lejos de mi casa.
¿Qué me ocurrirá mañana? ¿Me deshidrataré? ¿Tendré un ataque al corazón? ¿Me saldrá voz de pito? ¿Tartamudearé? ¿Me armaré de valor y afrontaré mi tontería? ¿Se reirán y señalarán con el dedo cuando me vean entrar por la puerta el sábado?

Por favor, dadme suerte, la necesitaré.

3 comentarios:

H@n dijo...

Tómate una benzo antes de llamar

Onofre B dijo...

Jajajaja, es una anécdota divertida, estas pequeñas chorradas son los detalles que te hacen quien eres. Qué gracioso.

Mi consejo, no pienses sobre ello y media horita antes de llamar te haces un tercio en ayunas, veras qué lengua más suelta.

Mia dijo...

Gracias por tu consejo, Onofre. Al final vinieron mis padres antes a casa y terminó llamando mi madre, ¡Fiiiiu! :)