martes, 8 de marzo de 2011





Eres una estrella de cine mudo, pero sin serlo. Pelo alborotado, mirada perdida, brazos cruzados, labios sugerentes. Y Robert Doisneau inmortalizándote. ¿Te habrías planteado en algún segundo en lo que duraba el click que, vivirías más tiempo que tu cuerpo?
Eres preciosa e infinita. Con tu collar de perlas, adornando tu bello cuello de cisne. Eres pálida, tienes clase, no estás delgada, ¿de qué casa señorial te escapaste, querida?
Sin embargo, tus ojos no miran a cámara, ¿acaso fue él quien te lo pidió? ¿eres tímida e insegura y por ello desviaste la mirada?
No eres una belleza convencional, y apuesto a que tus ojos son tan negros como tu vestido. Me pregunto qué albergan, son un verdadero enigma.
En otra vida, te habría invitado a una copa.