domingo, 6 de marzo de 2011

Hoy me he acordado de Liu Xiaobo. Ahora que ya no sale en las noticias ni en la prensa, me pregunto quien más se acordará de él.
Podrán encerrarte e intentar acallar tus palabras, pero el daño en su magnífico sistema dictatorial está hecho. Llegará el día en que no temerán la mano de su dueño, y morderán, con rabia y osadia hasta hacer sangrar. Brotarán ríos de odio, revolución y conquista. Es entonces cuando el tigre dormido, el que todos intentaron domar, termine despertando, furioso.

Te admiro, Liu, eres de esas personas que hacen que mantenga una pequeña llama de esperanza en la humanidad.
No estás solo.

No hay comentarios: