sábado, 19 de marzo de 2011

Amélie dijo adiós a su único y verdadero amor mientras subía al avión de vuelta a Bruselas, Rinri la observaba con pies anclados en suelo tokiota. Pese a la gran mentira dicha por Amélie, él sabía que nunca volvería. ¿Cómo enjaular a un pájaro si su piar se tornaría triste y desdichado?

1 comentario:

Belsan dijo...

Bonito microrrelato. Tiene algo de poesía japonesa.