domingo, 29 de enero de 2012

Me siento fría pese a estar bajo de miles de capas de ropa.
Hoy he leído cosas que me han sacado una pequeña sonrisa. Después he tenido que tragar saliva para no llorar.
Esta noche me he prometido acostarme a la una. Son las tres de la mañana. Nunca seré una mujer de palabra.
Me gusta tumbarme en la cama y poner los pies en la pared de tal forma que parezca que alcanzo el techo con los dedos.
Y odio el amor.
No es el resentimiento el que escribe, os lo aseguro.
Me he cansado de esperar.
El otro día encontré a una compañera de clase llorando en el baño. Me quedé a su lado silenciosa mientras observaba cómo sus lágrimas se precipitaban a su cuello irremediablemente.

Tengo ganas de ir a Madrid para perderme. Ver mi cuadro favorito y echarme a llorar de la alegría. Sentirme (aún más) pequeña frente a esos gigantes de ladrillo.

Y me voy a fumar.

3 comentarios:

Onofre B dijo...

Yo también tengo ganas de ir a Barcelona y perderme (mi Madrid particular para estas cosas). Siempre he envidiado a quien encuentra en Madrid un aliado y no un enemido, como hasta el momento me ha pasado a mí.

Saludos (:

Onofre B dijo...

Obviamente quería decir 'enemigo'

Ah, y he vuelto a releer mi comentario porque he recordado uno de los motivos para que te sea aliado, tu grito número nueve de Saura. No he podido evitar googlearlo xD

Mia dijo...

Oh, Barcelona. Subir en lo alto del MontJuic y mirar por encima del hombro la ciudad :D
Es Grito nº 7. Si vuelves a Madrid algún día venciendo ese enemigo, mira ese cuadro, no te dejará indiferente :)