domingo, 10 de abril de 2011

Lo que dice un beso

A veces creo que todavía tengo 15 años. Confiaba en tener amigos macho que no fueran los novios de mis amigas u homosexuales. Creo que anoche se esfumó totalmente esa idea.
Después de pasar una bonita noche bebiendo tercios y escuchando buena música, mi colega y yo dimos un paseo por un huerto dejado de la mano de Dios. Hablamos, debatimos, reímos... esas cosas que tiene la amistad. Siempre he sido algo torpe para darme cuenta de cuando atraigo a una persona. Mi sentido arácnido me había vuelto a fallar como de costumbre. Llegamos a mi calle, paró el coche y me pidió un beso. ¿Un beso? ¿Cómo un beso? ¿Qué pretendía dándole un beso? y le di un beso. Imagino que un beso tiene que significar algo cuando lo das, pero para mí significó el leve roce de dos labios. Le di las buenas noches y marché, directa como una flecha hacia mi casa. Comencé a dedicarme improperios. ¿Pero cómo le doy un beso aun sabiendo que para él sí puede significar algo? si es que soy idiota. Me pasé hasta las 5 de la mañana comiendo paquetitos de galletas y fumando en el balcón como una loca, aun habiéndome prometido descender el consumo de éstos. Creo que sigo teniendo 15 años. Creo que no he madurado lo suficiente con estos temas. Debería pegarme con un bate de béisbol hasta arreglarme. No tengo remedio, soy una cría.
Creo que me resignaré a seguir teniendo amigos solamente gays, que son geniales y podemos apostar quien se liga quien. Es divertido.

5 comentarios:

Onofre B dijo...

¿Sabes? Hago repaso de las últimas entradas que no había leído y me hacen gracia unos cuantos puntos en común con mi situación.
Siempre me ha encantado el Gulliver, el otro día me diste envidia, así que ahora puedo mostrar como herida de guerra una leve quemadura en el brazo izquierdo cortesía del tobogán grande. Ese mismo día las cosas fueron muy bien, así que, gracias por la recomendación. El Gulliver cura un poquito.
También dices que te gustaría ir a vivir a Londres, no sé si se tratará de un plan a largo plazo, un deseo o quizá sólo una idea que se te pasó por la cabeza; lo divertido es que lo menciones, pues yo estuve en Londres el fin de semana pasado; y sin ánimo de desanimar... se ha convertido en la ciudad que más odio en este mundo, mérito ganado en mayor parte por el contexto en que me tocó 'disfrutarla', pero también se lo ganó ella solita y sus crueles habitantes.
Y ahora ya por último: Pásame el bate cuando acabes con él, yo también necesito una reparación, dejar de ser un eogísta inconsciente.
¡Pero podemos apostar juntos! : D xDD

Mia dijo...

Me alegra saber que tirarte por el tobogán grande del Gulliver te sirvió. Es una buena terapia, aunque parezca algo infantil.
En cuanto a Londres es un plan a largo plazo, de eso estoy segura. Sus crueles habitantes me parecieron las personitas más hipócritamente agradables y educadas del mundo, no sé qué pudo pasarte malo con esa gente, espero que fuese algo puntual.
Si quieres, podríamos hacer una tarde de golpes en la cabeza con un bate de béisbol y quemaduras y cardenales en el Gulliver. Totalmente liberador :)

Dara dijo...

¿De qué eran las galletitas?




(bo-ni-ca)

Dara dijo...

(acabo de fusionar paquetitos con galletas y por eso me ha salido la cursilada de las galletitas. juro que ha sido totalmente inconsciente)

Mia dijo...

No pasa nada, no tenía pensado asesinarte por eso.

¡Eran Tosta rica choco-guay! si no las has probado, hazlo ya mismo ¬¬